La razón "pura" es incapaz de producir acciones o intervenir directamente en la voluntad. Hume pone el ejemplo de que las matemáticas sólo son útiles en función de otras ciencias, siempre aplicadas.
Con base en lo anterior, Hume afirma que la razón por sí sola no es capaz de producir ningún tipo de acción; y del mismo modo, tampoco la razón es capaz de evitar alguna acción. Lo único que retarda el impulso de una pasión es otra pasión; por lo tanto, la razón no tiene incidencia sobre la voluntad.
Este es el motivo por el cual Hume, defiende que la razón no es más que la esclava de las pasiones y que sólo puede servirlas y obedecerlas.