Se refiere a que cuando tenemos impresiones, tenemos también ideas. Las ideas son las copias exactas de nuestras impresiones, sólo se diferencian por el grado de fuerza y vivacidad. Cuando las ideas conservan casi toda la fuerza y vivacidad que les dio la impresión, entonces se alojan en nuestra memoria. Cuando las ideas no conservan ningún grado de fuerza y vivacidad de las impresiones de las que vienen entonces se alojan en nuestra memoria.
Es decir, nuestras ideas copian a las impresiones de las que vienen, solo que no guardan la misma fuerza ni la misma vivacidad. La fuerza y vivacidad que pueden tener las ideas, la tienen debido a las impresiones.
Me parece que hace falta aclarar que gracias a los principios de osociación de las ideas (contigüidad, semejanza y causalidad) una impresión presente puede traernos a la mente un recuerdo pasado con el que se relacione mediante alguno de los principios y lo hace de modo que le transfiere su fuerza y vivacidad. Es decir, si estoy viendo una foto que tomé a mis padres en unas vacaciones pasadas puedo pasar a pensar inmediatamente en la playa (por contigüidad) o en otro viaje que hice con mis amigos (por semejanza) y, aunque estos últimos dos recuerdos estén escondidos en lo más profundo de mi memoria, cuando los recuerdo tienen gran fuerza y vivacidad que les es proporcionada por la impresión presente de la foto.